viernes, 3 de agosto de 2012

Sol de primavera


Algunas mañanas, el sol de primavera entra como intruso
por ventanas y resquicios, se apodera de espejos
y libreros. Lustra la cubertería.
Entibia los vasos de agua, desciende por las paredes,
se arrastra por el suelo,
entra salvaje en las pupilas
y enceguece la memoria. Es el momento de
untar bloqueador en el rostro
y tapiar los ojos con alguna marca cara
de gafas solares.
La partida es inminente.


D.R. Lilia Cenobia Ramírez, 2013

No hay comentarios: