Mi abuela tendió su rosario
para secar al día.
El rosal hirió su mano,
y predijo su agonía.
Abuela al cortar las rosas
para morir en la noche
de esa mañana de fiesta,
tocaste al piano
valseando Sobre las Olas.
Abuela, abuela, cuando moriste
con el rosario en la mano,
¿acaso sabías abuela
de la inmensidad de las olas ?
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