El 23 de mayo de 2008, cuando llegaban a su cúspide los festejos de la Feria de Corpus Christi, el H. Ayuntamiento, los Comités de la Feria y el Mantenedor de los Juegos Florales Nacionales y Juveniles, el poeta Ariosto Uriel Hernández, se reunieron con los poetas para entregarles sus premios en una grata ceremonia en la que leyeron los trabajos ganadores.
En Papantla, el mercado es festival, el cielo, punto de partida de los voladores que viven en él. La poesía vive en el cálido mirar de su pueblo, en las exquisitas obras del Museo Teodoro Cano, en la mano estrechada con orgullo de quienes han sido ganadores muchas veces de otros concursos, poetas por derecho del
Totonacapan, olorosa llama,
color de crujido tierno,
sabor de mazorca roja
que desgrana
con su cuchillo, el tiempo.
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